Consejos para comprar una Vespa

A pesar de tener sólo 23 años, sé lo suficiente sobre Vespas como para informar a quienes estén pensando en comprar una.
Lo sé, cuando todo lo que tienes en la cabeza es ese hermoso trozo de hierro que salió de Pontedera todo flamante, (ahí es donde ocurrió y ocurre el milagro) actúas por impulso.

Las ganas son grandes, y ya te imaginas paseando por el centro de la ciudad y viendo cómo la gente se para a verte pasar, y quizá recuerdes que de joven tuviste uno igual.

Pero como en todas las cosas, «las prisas son malas consejeras», sobre todo al comprar una Vespella, y más cuando es tan antigua.
Mi primer consejo es que evites comprar en eBay… no hace falta nada para «falsificar» el número de bastidor de la carrocería… un golpe de masilla y un buen martillazo con el nuevo número de bastidor, reciclando un permiso de circulación que casualmente andaba por casa del sinvergüenza.

1. Ponte en contacto con el vendedor y pídele el número de bastidor y el año

Así como el estado, para poder comprobar en internet si lo que te han dicho es realmente cierto (encontrarás multitud de sitios en internet que ofrecen tablas con los números de bastidor del modelo correspondiente).

2. Sí, pero ¿qué hay que mirar?

En primer lugar, lo que salta inmediatamente a la vista es la carrocería. El punto crucial de una Vespa es el estribo, si está podrido, despídete educadamente del vendedor y vete a casa; si está intacto, míralo desde todos los ángulos, sobre todo por debajo. Si está lleno de grasa, significa que se ha usado mucho, pero no significa que esté podrido por debajo. Basta con limpiarlo con un poco de gasolina y verás que por debajo está bien conservado, quizás un poco amarillento pero rara vez encontrarás óxido.

Según carburador 21 si ves que se ha repintado enseguida te darás cuenta de cómo se ha hecho, horno, bidón o incluso brocha (he visto bastantes por desgracia). Así que ten en cuenta que tendrás que hacerla repintar ad hoc por tu amigo el carrocero, que no te cobrará menos de 300-400 euros, y por supuesto ¡tendrás que llevársela desmontada!

3. El motor

Si no es así, empieza a rascarte la cabeza. Aunque sea mecánicamente sencillo, el motor Piaggio siempre reserva agradables sorpresas.
Eso sí, ¡¡¡debe ser el original y su número debe figurar en la matrícula!!! Si no, acabarás como el niño de la Vespa 50 del 54…

Si arranca, date una vueltecita. Debe ser recto como un rayo. Desconfíe de los manillares torcidos y de las Vespas que hay que doblar para que vayan rectas y, sobre todo, desconfíe de las Vespas «puzzle» con paneles laterales, manillares y guardabarros no originales. Los frenos… Las Vespas por excelencia no frenan, si realmente no frenan, el gasto es realmente mínimo y la mano de obra muy sencilla.

Si también pasa esta prueba, amigo mío, has encontrado un pedazo de hierro para cargar en la furgoneta y llevártelo a casa.
Una vez en casa, comienza el reto. ¡¡¡¡Si lo vas a mandar restaurar tienes que hacerlo en el menor tiempo posible y no empezar a desmontarlo y dejarlo a medias durante meses (como me pasa a menudo), pierdes las piezas y luego es un dolor.

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