Formas de innovar en la cocina hay muchas. Aunque si lo que buscas es ir un paso más allá, ¿qué tal dejar a un lado los fogones y concentrar tus esfuerzos en los pequeños placeres? Los cócteles con vino son una opción ideal para sorprender y calentar el ambiente en la época invernal, ya sea para disfrutar en la soledad del hogar o convirtiéndote en anfitrión por un día.
Tanto si prefieres el cuerpo y la calidez de un vino tinto como la frescura de un vino blanco o las burbujas festivas de un vino espumoso, existe un cóctel para cada gusto. ¿Estás listo para embarcarte en un paseo por la inspiración? Sigue leyendo y descubre algunas de las mejores recetas e ideas para preparar cócteles a base de vino que resalten los sabores del invierno.
Cócteles con vino tinto: calidez y profundidad
El cuerpo y riqueza de matices de los vinos tintos hacen de ellos una opción de lo más interesante para complementar los ingredientes típicos del invierno. Tanto es así que el Mulled wine o vino caliente especiado es uno de los cócteles con vino tinto más populares en Europa en esta época del año, además de ser ideal para combatir el frío. Todo lo que necesitas para su elaboración es una botella de vino tinto -mejor elige uno con cuerpo, como un Tempranillo o Cabernet Sauvignon-, una naranja cortada en rodajas, un par de ramas de canela, clavo y cuatro cucharadas de azúcar moreno.
Para prepararlo solo tienes que calentar todos los ingredientes a fuego lento durante unos 20 minutos sin dejar que rompa a hervir. Transcurrido ese tiempo, adorna con una rodaja de limón o un palito de canela y sírvelo caliente.
Cócteles con vino blanco: frescura sofisticada
Los cócteles con vino blanco destacan por su ligereza y su capacidad de realzar las notas cítricas y herbales, perfectas para quienes buscan algo más fresco. El White Winter Spritzer, por ejemplo, combina la frescura del vino blanco con sabores sutilmente dulces en una misma copa. Un Sauvignon Blanc o un Chardonnay joven funcionan bien en este cóctel con vino cuya elaboración requiere, únicamente, llenar un vaso con hielo, añadir el vino blanco, soda, miel y unas rodajas de cítricos.
¿Buscas cócteles con vino aún más sencillos? Entonces toma nota porque combinar el dulzor natural de la manzana con la acidez característica de los vinos blancos es una auténtica fantasía. Para esta fórmula solo tienes que mezclar en una coctelera con hielo una copa de vino blanco, una tercera parte de licor de manzana y un chorrito de zumo de limón. Sírvelo con una rodaja de manzana y espolvorea un poco de canela en la superficie y ¡voilà! Listo para disfrutar.
Cócteles con vino espumoso: un toque festivo
La naturaleza burbujeante de los vinos espumosos añade un toque de elegancia a cualquier propuesta de coctelería y hay clásicos que no puedes dejar de probar. Uno de los cócteles con vino espumoso más populares es el Kir Royal invernal. ¿La preparación? Sencillo. En una copa de champán bien fría vierte una parte de licor de cassis o grosellas y nueve del vino espumoso que hayas elegido. Para darle un toque de distinción decora con moras o frambuesas y ¡a disfrutar!
Sea cuales sean los cócteles con vino que elijas recuerda optar por vinos de calidad para la receta. No hace falta que sean los más caros, pero sí que su calidad sea suficiente para asegurar un sabor equilibrado. ¡Atrévete a experimentar y sorprende a tus invitados!